16 de junio de 2009

TE···




El té es una bebida resultante de la infusión de las hojas y brotes de la planta del té (Camellia sinensis). La palabra té proviene del chino, que tiene varias pronunciaciones según el dialecto utilizado. De ellas dos se exportaron a otros países: "cha" y "te". Algunas lenguas tomaron la forma "te", como el español o el inglés y otras tomaron la forma "cha", como el japonés, ruso o portugués.


Las hojas de té contienen una sustancia denominada teína, siendo ésta la misma sustancia que encontramos en los granos del café, la cafeína. Por lo tanto la utilización de la palabra teína sólo tiene sentido en el gusto de los consumidores de té de diferenciar aún más esta bebida del café puesto que desde el siglo pasado ya se sabe que ambas bebidas comparten la cafeína.



La costumbre de servirse la infusión de las hojas de té se utilizó por primera vez en la China hacia el 2500 a. C. El té entró en contacto con los europeos por primera vez en la India, cuando los portugueses llegan a ella en 1497, ya que en la India el uso del té estaba muy extendido. El primer cargamento de té debió llegar a Amsterdan (Holanda) hacia 1610, por iniciativa de la Compañía de las Indias Orientales. En Francia no aparece la nueva bebida hasta 1635 ó 1636. En Inglaterra, el té negro llega a través de Holanda y de los cafeteros de Londres que lo pusieron de moda hacia 1657.

El consumo de té solo adquirió notoriedad, en Europa, en los años 1720-1730. Empieza entonces un tráfico directo entre China y Europa. Aunque tan sólo una exigua parte de Europa oriental, Holanda e Inglaterra, consumían la nueva bebida. Francia consumía muy poco, Alemania prefería el café y España era aún menos aficionada. Pero con el tiempo y con la ayuda de los comerciantes europeos el té llego a todo el mundo, ya sean lugares para su cultivo como lugares para beberlo.








Las hojas de té se procesan para producir el té verde o negro. La fabricación del té negro comienza con el proceso de “desecado” de las hojas, sea en forma natural o con aire caliente. Luego del desecado, hay que pasar el material entre los rodillos para exprimir los jugos y golpearlo para romper las hojas. Después se ciernen y se fermentan para lograr la calidad del producto final. Entonces hay que secar, graduar y clasificar el té fermentado para empaquetarlo. El té verde se prepara, calentando las hojas, sea en platos calientes o con vapor, las hojas se apisonan con el rodillo, se calientan y se apisonan otra vez, para lograr la calidad deseada.

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